toynostálgica IV

toynostálgica IV


Sigo en la tierra, estoy en gente:


José en Teotihuacán



Ati en la Playa Cosón


Gondoleros en Venecia


toynostálgica III



toynostálgica III


Bajé del cielo, toyurbana:



Mérida (Venezuela)



México (D.F.)




  México (D.F.)


París (Francia)


toynostálgica II

Sigo con el cielo:


Villa Pajón (Constanza)

Playa Grande (Cabrera)


Teotihuacán (México)





toynostálgica I

Revisando fotos mías de antes he seleccionado algunas:











Almendro en Punta Bonita (Samaná)

Tina Modotti

Tina Modotti (1896-1942)

Tina Modotti por Edward Weston


  Tina Modotti por Johan Hagemeyer


Autorretrato


Tinísima, una gran mujer y una gran artista. Aunque ella nunca se tomó en serio a si misma como tal: “Soy una fotógrafa y nada más, y si mis fotografías se diferencian de lo generalmente producido en este campo, es porque yo precisamente trato de producir no arte, sino fotografías honradas, sin trucos ni manipulaciones”.








Italiana de nacimiento y mexicana de alma, dedicó su vida a los pobres, a los olvidados, creyendo, en 1923, que otro mundo era posible.












Revolucionaria y activista, constantemente escandalizó a la mojigata sociedad mexicana. Tildada de una perdida, extranjera y comunista, acusada injustamente de asesinato de su compañero y de conspiraciones contra los políticos mexicanos fue expulsada de este país que creyó ser suyo. “Bella fotógrafa y prostituta italiana asesina a su amante” decían los titulares de los periódicos, mientras la policía difundía fotos que mostraban desnuda su imperdonable belleza.












Vivió siempre sobre el filo de la navaja: una vida de supervivencia, ambición artística e intensas inquietudes políticas.

De una pobre inmigrante que se ganaba la vida como modista a modelo, actriz de cine mudo, fotógrafa, luchadora política.

De su natal Italia a California, de México a Alemania, de URSS a España y de nuevo a México.

Del amor con un prestigioso fotógrafo casado y con hijos quien la introduce a la fotografía a un amor eterno con un dirigente estudiantil cubano.

De la cárcel mexicana a la militante de la Guerra Civil española.

De morir en miseria y anonimato a ser considerada uno de los creadores de la fotografía moderna.

Y siempre fumando, siempre con su falda negra, blusa blanca y el pelo recogido en un moño, porque no podía permitirse tener más que otro.

























Su sensibilidad le permitió captar la realidad de México, descubriéndolo y descubriéndose al mismo tiempo. Sus fotografías de la cotidianidad se convirtieron en “íntimos descubrimientos de esa miseria que, cuando la tocas con los ojos, te obliga a elegir un camino”.